set ex ministres de la dictadura, amb les seves respectives associacions polítiques, funden la federació de partits Alianza Popular

La major operació de transvestisme polític de la transició democràtica pren cos l'any 1976, quan set ex ministres de la dictadura, amb les seves respectives associacions polítiques, funden la federació de partits Alianza Popular, l'organització del franquisme sociològic que l'any 1989 adoptarà el nom de Partit Popular. A la foto, presentació d'AP als mitjans informatius: Enrique Thomas de Carranza (Anepa), Licinio de la Fuente (Reforma Social), Gonzalo Fernández de la Mora (Unión Nacional Española), Manuel Fraga Iribarne (Reforma Democrática), Laureano López Rodó (Acción Regional), Federico Silva Muñoz (Acción Democrática Española) i Cruz Martínez Esteruelas (Unión del Pueblo Español) [Madrid, 9.9.1976]

Transición política a la democracia (1975-1982)

Lluís Cànovas Martí  /  gener de 2012

[ Vegeu també: Ocaso de la dictadura franquista (1966-1975) / Transición económica neoliberal (1982-2012) / El estado de las autonomías (1978-2012) / España 1999-2001 / Apuntes sobre políticas nacionales en la UE: España 2002-2004 / El PP ante los idus de marzo: de la mayoría absoluta a la oposición / Cent dies del segon tripartit (Notes per a un debat televisiu) / Un tripartit ecològicament insostenible / 9-M: sobre la bipolarización del voto en las elecciones españolas de 2008 / Un sistema electoral bajo crítica ]

La muerte de Franco no supuso el final inmediato de la dictadura. Arias pasó a presidir el primer gobierno de la monarquía (12 de diciembre de 1975-1 de julio de 1976), arrogándose un papel de albacea político del franquismo que lo colocaría en una impostura de imposible cumplimiento. Esta imposibilidad se hizo evidente cuando el monarca, tras la renuncia de su padre, Juan de Borbón, a los derechos sucesorios (14 de mayo de 1977), incumplió los designios del dictador para seguir un camino propio que trató de homologar la institución monárquica española al resto de monarquías europeas.

El camino fue desbrozado por dos jerarcas del régimen franquista que asumieron las posiciones del joven rey: Torcuato Fernández Miranda, ex ministro del Movimiento, a quien el rey colocó en la presidencia de las Cortes (diciembre 1975), y Adolfo Suárez, ex vicesecretario general del Movimiento, designado por Juan Carlos (julio 1976) como nuevo presidente tras el cese de Arias. Mientras tanto, la oposición aunaba esfuerzos a través de Coordinación Democrática (abril 1976), la «Platajunta».

Ese mismo año, el fracaso del proyecto de los ministros Manuel Fraga y José María Areilza para dar continuidad a un franquismo sin Franco dejaría expedito el camino de la Ley de Reforma Política. Permitió esta ley desmantelar las instituciones del régimen, comenzando por las mismas Cortes, que la aprobaron en una votación calificada de «harakiri político» (18 de noviembre de 1976). Se abría así el camino de la «transición democrática».

Legalizadas las fuerzas opositoras, las primeras elecciones (15 de junio de 1977) dieron el triunfo al presidente Suárez y su Unión de Centro Democrático (UCD, 34,52% de votos), que, con el PSOE (24,44%), aventajaron claramente al resto de formaciones y desbordaron los planteamientos del franquismo sociológico representado por Alianza Popular (AP, 8,05%), federación constituida por las asociaciones políticas de siete ex ministros de Franco, que lideraba Fraga con la suya, Reforma Democrática. No fue menos significativo que quedó desmitificada, por su escasa traducción en votos, la supuesta influencia del PCE (6,3%), cuya legalización había soliviantado a un sector del ejército y señalado un momento crítico del proceso aperturista.

Entre los objetivos del nuevo gobierno, los Pactos de la Moncloa sobre saneamiento y reforma económica (9-21 de octubre de 1977) desactivarían el clima reivindicativo laboral, que desde 1976 alcanzaba niveles alarmantes para la estabilidad del sistema (150 millones de horas no trabajadas en 17.731 huelgas, solo en los nueve primeros meses de ese año).

Hito en el afianzamiento de la democracia fue el acuerdo sobre la Constitución aprobado por las Cortes (31 de octubre de 1978) tras 15 meses de negociaciones: proclamaría el estado de las autonomías edificado en torno a 17 comunidades, que en el caso de Catalunya y Euskadi quedaron definidas como «nacionalidades históricas» según un acuerdo dirigido a acomodar las reivindicaciones nacionalistas planteadas en estos territorios. Se desmarcó del consenso AP cuando solo dos de sus 16 diputados votaron a favor (Fraga y López Rodó).

Más allá de las instituciones, la transición navegaba por aguas procelosas en las que la multiplicación de atentados de todo signo, la represión en la calle y el golpismo militar (Operación Galaxia de 1978 y 23-F de 1981) contradicen la idea tópica de proceso pacífico acuñada durante años por la propaganda del sistema. Ese año y el siguiente marcaron el ocaso del partido gubernamental, que tras el ingreso de España en la estructura militar de la OTAN (27 de octubre de 1981), y con Calvo-Sotelo como presidente (25 de febrero de 1981-1 de diciembre de 1982), se disolvería víctima de las luchas intestinas y una sangría de tránsfugas. Las elecciones legislativas del 28 de octubre de 1982 dieron la mayoría absoluta al PSOE, que tomaba así el relevo del gobierno con Felipe González como presidente.

[ Vegeu també: Ocaso de la dictadura franquista (1966-1975) / Transición económica neoliberal (1982-2012) / El estado de las autonomías (1978-2012) / España 1999-2001 / Apuntes sobre políticas nacionales en la UE: España 2002-2004 / El PP ante los idus de marzo: de la mayoría absoluta a la oposición / Cent dies del segon tripartit (Notes per a un debat televisiu) / Un tripartit ecològicament insostenible / 9-M: sobre la bipolarización del voto en las elecciones españolas de 2008 / Un sistema electoral bajo crítica ]

Lluís Cànovas Martí, «Transición política a la democracia (1975-1982)»Escrit per a l'Atlas de historia de España, Larousse, Barcelona, 2012