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Apuntes sobre el Magreb (2002-2004) | ||
Lluís Cànovas Martí / 2002-2004 | ||
[ Vegeu també: Sahara Occidental, la guerra olvidada ] Argelia [ Vegeu també: Argelia, ramadán sangriento ] La vigencia del estado de excepción impuesto tras el golpe de estado de 1992 y el rígido control que el ejército y los servicios de información militar ejercen desde aquel año sobre la vida pública seguían determinando en 2002-2004 la política argelina, a pesar de que en 1999 un intento de cumplir con las formalidades institucionales propias del poder civil llevara a Abdelaziz Buteflika a la presidencia de la república en unas elecciones que, al final, fueron boicoteadas por toda la oposición democrática. En el plano militar, en 2002-2004 se registró un descenso relativo en la actividad armada de los grupos integristas islámicos: ganados por las medidas de gracia otorgadas individualmente a partir de 2000; reconducidos en algunos casos a una vía negociadora que (siguiendo el ejemplo del Ejército Islámico de Salvación) llevó a varias de sus facciones al abandono de la insurgencia; desarbolados en la mayoría de casos por la simple y pura represión; víctimas de la acción de grupos clandestinos del ejército, responsables, según Amnistía Internacional, de más de siete mil «desaparecidos» desde 1992, y empujados (como en el caso del Grupo Salafista para la Predicación y el Combate) a un repliegue hacia las regiones desérticas del sur, donde (tras secuestrar en 2003 a varios grupos de turistas) podían ponerse a salvo cruzando las desprotegidas fronteras de los países limítrofes. [ Vegeu també: Argelia, ramadán sangriento ] Libia El presidente Muammar el Gadafi rompió con once años de negativa a aceptar responsabilidades en el «caso Lockerbie» y, aun manteniendo que el estado libio no estuvo implicado en aquel atentado (que en 1988 causó la caída de un avión de la Pan Am sobre aquella localidad escocesa al estallar las bombas colocadas por dos agentes libios), en mayo de 2002 anunció su propósito de indemnizar a los familiares de las 270 víctimas: 2.700 millones de dólares. El 1 de septiembre, en el 33 aniversario del golpe de estado que lo llevó al poder, extendió su buena voluntad al propósito de «respetar la legalidad internacional, pese a que esté falseada e impuesta por Estados Unidos», de lo contrario, apostilló, «nos va a aplastar». Igualmente, anunció el propósito de retirar a Libia de la Liga Árabe (que calificó de «dócil, ineficaz y aturdida por la globalización») y de potenciar su papel en la Unión Africana. Ese giro de su política, adoptado en pleno ajuste de cuentas estadounidense contra sus enemigos históricos, le abrió las puertas de una relativa normalización en sus relaciones internacionales, que tuvo como primera providencia que Estados Unidos incluyera al Grupo de Combate Islámico, la principal fuerza opositora libia, en su lista de organizaciones terroristas, aunque una denuncia de la Agencia de Misiles de Defensa estadounidense sobre un supuesto intento libio de comprar misiles de largo alcance en el mercado armamentístico le privara en octubre de ser borrado a su vez de la lista de «estados terroristas» que confecciona el Pentágono. Marruecos La boda de Mohamed VI con la joven Salma Bennani, celebrada el 21 de marzo de 2002, y las fiestas de los esponsales, aplazadas hasta julio en señal de duelo por la ocupación israelí de Cisjordania (motivo el 7 de abril de una multitudinaria manifestación de protesta en Rabat), fueron un nuevo signo de la ruptura del monarca con la tradición oscurantista de sus antecesores, conforme a la cual, en el orden de las costumbres, nunca exhibieron a sus esposas en público. El sentido de la modernidad del monarca, exaltado en medios occidentales, determinó que en junio de 2004 Marruecos fuera distinguido con el estatuto de «socio preferente» de Estados Unidos, reconociendo su papel estratégico fundamental en la guerra preventiva contra el terrorismo en el Mediterráneo. Y al respecto, la política interior de sus gobiernos respecto al integrismo creciente fue una simple puesta al día del modelo de palo y zanahoria prescrito, desde Maquiavelo, en todos los manuales de estado: estigmatización de los sectores radicales en pro de la moderación, y persecución implacable para los transgresores, con la inevitable secuela de violaciones de los derechos humanos y «desapariciones», que desde 2003 tenían en el centro de detención clandestino de la DST, en Temara, su principal centro de torturas. Mauritania El gobierno del coronel Mauya Uld Sid Ahmed Taya, oveja negra del mundo árabe después de que en 1999 reconociera oficialmente a Israel y cerrara su embajada en Bagdad, fue premiado en abril de 2003 con la condonación de la deuda exterior contraída con Estados Unidos. En un ambiente de conspiraciones golpistas, dos grupos radicales opuestos a dicho alineamiento, Acción por el Cambio, y Consciencia y Resistencia, fueron disueltos en 2002 y 2003. El 7 de noviembre de este último año Taya fue reelegido con el 66,6 % de los votos en unas elecciones presidenciales que transcurrieron en medio de acusaciones de fraude, tras las cuales el segundo candidato más votado, Mohamed Juna Uld Haidallah (18,7 % de los votos), fue detenido bajo la acusación de preparar un golpe de estado. En el verano de 2004 la mayor plaga de langosta africana de las dos últimas décadas asoló los precarios cultivos del país antes de extenderse a los países vecinos. Tunicia En el período 2002-2004 el presidente Zin el-Abidin Ben Alí aprovechó la lucha contra el terrorismo islamista en su territorio, que el 11 de abril de 2002 causó 21 muertos en un ataque contra la sinagoga de Ghriba, en Yerba, para arremeter contra cualquier forma de oposición y reforzar sus poderes, que tienen sus mejores instrumentos en el control del partido único, una rígida censura de prensa y un sistema policial y judicial que castiga duramente la disidencia. Una reforma constitucional, aprobada con el 99,5 % de los votos en un referéndum celebrado el 22 de mayo de 2002 con la participación del 95 % del electorado, le aseguró prorrogar otros dos mandatos más su continuidad en el poder, que expiraba en 2004, y la inmunidad penal de por vida. |
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[ Vegeu també: Sahara Occidental, la guerra olvidada ] |
Lluís Cànovas Martí, «Apuntes sobre el Magreb (2002-2004)» |
Material de la Carpeta d'esborranys 2002-2004 de l'autor |