Codi d'Hammurabi

Detall de l'escriptura cuneïforme del Codi d'Hammurabi (¿1752 a.C.?) babiloni. Museu del Louvre. És un dels textos més antics coneguts i està contingut en una estela trobada l'any 1901 a Susa, on en el segle XII a.C. els elemites se l'havien endut com a botí de guerra.

La «edad del bronce»

Lluís Cànovas Martí  /  14.6.2002

La «edad del bronce» abarca un amplio período de tiempo, comprendido entre los milenios IV y I a.C., según las regiones, durante el cual el progreso de las técnicas metalúrgicas proporcionó las primeras aleaciones de bronce (90 % de cobre y 10 % de estaño).

El descubrimiento de la tecnología del nuevo metal significó una auténtica revolución: halló aplicación inmediata en las armas por ser más duro que el cobre, y a los diversos objetos cotidianos y la estatuaria, por su mayor maleabilidad. Además, propició las relaciones de intercambio comercial debido a la escasez de los minerales (estannita y casiterita) necesarios para la extracción del estaño. Al igual que había sucedido ya con el cobre, la implantación del bronce en el espacio euroasiático fue el fruto combinado de un proceso de difusión técnica y de redescubrimientos sucesivos, que tiene su primera evidencia en yacimientos de Próximo Oriente datados en torno a 4000 a .C. En cambio, en Egipto el bronce no se conoció hasta mediados del III milenio a.C. y en la Europa central y occidental tuvo que esperar otros dos o tres centenares de años. Muy tardío ya, en la cultura del poblado de El Argar (Almería) data de 1700- 1500 a .C.

Los últimos estudios sitúan la edad del bronce europea entre 2300-2200 y 750 a .C. La metalurgia y el comercio habrían sido en Europa determinantes en el desequilibrio de las estructuras sociales heredadas, que eran más o menos igualitarias: dieron paso a una acumulación de riqueza personal que conllevó formas de poder hasta entonces inexistentes y al nacimiento de una aristocracia que dejó el rastro en la construcción de grandes tumbas bajo túmulo. Los poblamientos variaron poco respecto al pasado, pero tendieron a fortificarse. A mediados del siglo XIII a.C., se generalizó el rito de la cremación de cadáveres y la conservación de las cenizas en urnas.

Entretanto, en Mesopotamia, la fundación de la primera dinastía de Babilonia por el rey Sumuabum ( 1894 a .C.) sentaba las bases de un imperio que, con Hammurabi (1792- 1750 a .C.), puso fin a la fragmentación política de las ciudades-estado: Larsa, Mari, Eshnunna, Asur, fueron una tras otra derrotadas militarmente y sometidas en un proceso de unificación territorial que los sucesores de Hammurabi mantuvieron en medio de grandes convulsiones políticas. Finalmente, la VIII dinastía sería destronada en 748 a .C.

En China, un proceso autónomo en el que sus únicos contactos con Occidente fueron indirectos (en especial a través de los escitas) llevó a las primeras dinastías (2000- 1500 a .C.) a una civilización que se orientaría hacia el Pacífico.

El comienzo del Imperio nuevo egipcio (1560- 1070 a .C.) estuvo marcado por un espíritu expansionista que llevó, manu militari, las fronteras hasta la cuarta catarata del Nilo y, a través de Siria y Palestina, al gran codo del Éufrates: un dominio colonial de casi medio milenio que en la metrópoli alcanzó su máximo esplendor con Ramsés II (1301- 1235 a .C.) e hizo de Egipto la principal potencia mediterránea. Sin embargo, en Asia se limitó a mantener un papel de protectorado, limitado por el hostigamiento de pueblos como el hitita, cuya civilización agraria se asentaba en la península de Anatolia y se había constituido en estado a comienzos del II milenio.

En 1600 a .C. la prosperidad de las ciudades de Micenas y Tirinto, en el Peloponeso, permitió el florecimiento de una civilización que recogía la herencia cretense y presentaba como rasgos distintivos una organización social y política dominada por príncipes que hicieron de la guerra y la acumulación de lujos y riquezas su fundamento. La civilización micénica fue destruida por causas aún poco conocidas en torno a 1200 a .C., fecha que marca la entrada en la que se ha calificado de «edad media» griega.

Hacia finales de la edad del bronce, cuando este metal se disponía a ceder el protagonismo al hierro en el orden de las innovaciones tecnológicas, Egipto vivía la reforma religiosa introducida por Akenatón (1372- 1354 a .C.) y sometía a la esclavitud a los hebreos, un pequeño pueblo nómada originario del centro de Asia que sería liberado ( c . 1250 a .C.) por el patriarca Moisés y que en Palestina vivió un período de esplendor durante el reinado de Salomón ( c . 970- 931 a .C.). El auge del Imperio asirio, principal potencia militar de la época, se impuso en el espacio mesopotámico y desbordó finalmente sobre las fronteras de Babilonia y Egipto, que acabarían siendo sometidas bajo el reinado de Assurbanipal (669- c . 627 a .C.).

Lluís Cànovas Martí, « La "edad del bronce"» Prefaci al volum 2 de la Historia Universal Larousse, RBA Editorial/Spes Editorial, Barcelona, 2002-2003