Lluís Cànovas Martí / 8.7.2004
Compositor polaco (Czernica 1933). Estudió en la Escuela de Música de Rybnik (1952-1955) y en la Escuela Nacional Superior de Música de Katowice (1955-1960), donde siguió composición con Boleslaw Szabelski, y en donde a partir de 1965 ejercería de docente y, tras residir un año con una beca en Berlín (1973-1974), ocuparía el puesto de director, hasta que las presiones políticas forzaron su cese en 1979. Sus primeras obras (Epitafium, para coro mixto y conjunto instrumental, y Scontri, para orquesta, estrenadas en los Festivales de otoño de Varsovia de 1958 y 1960 ) reflejan la influencia del serialismo impartido en la época por los cursos de Darmstadt. Amplió estudios en 1961 con Olivier Messiaen en París, donde entró en contacto con la vanguardia europea del momento. Sus investigaciones en torno al color como creador de formas le llevaron en 1962-1963, con el ciclo Génesis (Elementos para tres arcos; Cantos instrumentales para 15 ejecutantes; Monodrama para soprano, metales de percusión y seis bajos), a ser uno de los más genuinos representantes de la corriente «sonorística» polaca. Refren (1965) y el ciclo Muzyczki (1967-1970) lo adentran en el terreno de una especulación minimalista que será su última veleidad vanguardista antes de emprender la vuelta irreversible hacia la tradición. En ese sentido, su siguiente obra, Ad matrem (1971), para soprano solo, coro mixto y orquesta, señala ya la recuperación de elementos tradicionales (escalas y temas melódicos simples, y referencias tonales) y el protagonismo de la voz, una constante de sus composiciones, basadas casi siempre en textos religiosos (aunque también de los poetas románticos polacos Juliusz Slowacki y Cyprian Norwid). Su religiosidad, la solemnidad que desbordan sus composiciones y el especial momento histórico de la Polonia de los años 1978-1989 lo convirtieron en un símbolo de la música de su país: el salmo Beatus vir (1979) fue un encargo personal de Karol Wojtila estrenado ese mismo año en la celebración del 900 aniversario de San Estanislao, con la presencia del papa, y el salmo Totus tuus (1987) se estrenó durante la misa solemne celebrada ese año con motivo de la visita papal a Varsovia. Su proyección internacional derivaría de su Tercera sinfonía (1976), composición para orquesta y soprano en tres movimientos que subtituló «De las lamentaciones» y que en 1992, con una grabación de la London Sinfonietta y la soprano Dawn Upshaw, bajo la dirección de David Zinman, se convirtió en el mayor éxito de ventas conseguido en vida por un compositor clásico. Otras obras de su catálogo, que en 2004 sumaba cerca de ochenta, son Miserere (1981), dedicada al sindicato Solidaridad, Kleine Phantasie (1997), Lobgesang (1999) y Cinco cantos de la región de Kurpie (2002). Su septuagésimo aniversario fue celebrado en 2003 con conciertos de homenaje de la Orquesta de la Radio Polaca.
Lluís Cànovas Martí, «Henrik Mikolaj Gorecki»Escrit per a Larousse 2000 (Actualización 2005), Spes Editorial. Barcelona 2005