Poeta en lengua catalana (Barcelona, 1860-1911), figura del modernismo cuyo poema «El comte Arnau» refleja las corrientes enfrentadas en el seno de aquel movimiento y fue mito épico del proyecto nacional catalán de la época. Su obra, y la escuela creada por su poderosa influencia, conectan las diversas corrientes de la literatura catalana del siglo XIX con la poesía posterior, y en especial con figuras señeras como J. Carner, C. Riba y S. Espriu. Estudió Derecho y, al igual que otros intelectuales europeístas de su generación, descubrió el atraso y la limitación localista de la Renaixença cultural catalana. Su espíritu regeneracionista, paralelo al que opera en la época entre los escritores españoles, responde a la voluntad de agitar la conciencia de la burguesía a la que pertenece y a cuyos criterios acomodaticios acabará plegándose con los años. El primer premio literario lo obtuvo con el poema «Dins la cambra» (1881), que destila la influencia de Goethe, de quien tradujo Ifigenia. En 1888, su «Oda infinita», publicada en Ilustració Catalana, prefigura los enunciados de su teoría poética, que expondrá en Elogi de la paraula (1903) y Elogi de la poesia (1907), sobre la poética de la «palabra viva», aquella que sale del alma del poeta en los momentos de inspiración, movida por la sinceridad y la emoción pura. Su primer poemario es Poesies (1895), donde da una vuelta de tuerca a los temas románticos -como en el poema «La vaca cega»- y experimenta todas las tendencias modernistas, desde el decadentismo al espontaneísmo. Su obra capital está encabezada por Visions i cants (1900), con un conjunto de poemes de factura patriótica y la primera parte del poema épico «El comte Arnau», que actualiza la leyenda romántica de Víctor Balaguer y Anicet Pagès irrogando al personaje los atributos vitales del intelectual modernista. La segunda parte de este poema -«L'ànima»- aparece en Enllà (1906) y presenta al héroe derrotado y contrito por sus excesos -coincidiendo con el acercamiento del autor al catalanismo católico y conservador-. En la tercera parte, «La fi del comte Arnau» -Seqüències (1911)-, el protagonista recupera la vitalidad y asume con responsabilidad mesiánica el dolor de la colectividad. En el poema, como en el conjunto de su producción, destaca la influencia de Nietzsche, de quien tradujo Así habló Zaratustra. Su otra gran obra, contenida también en Seqüències , es «Cant espiritual», de contenido metafísico. Son asimismo destacables el poema Nàusica (1908), inspirado en La Odisea , y el poema regeneracionista «Oda a Espanya» (1898), cuyos dos primeros versos son «Escucha, España, la voz de un hijo / que te habla en lengua no castellana», y donde se despide con un amargo «¡Adiós, España!». |