Fotograma de la película Pont de Varsòvia (1990), de Pere Portabella
Lluís Cànovas Martí / 6.6.2002
[ Vegeu també: [Literatura] Joan Brossa ]
Pere Portabella (Figueres, Girona 1927) es un cineasta y político catalán que nació en el seno de una familia de la burguesía industrial y cambió los estudios de química por la vida bohemia. Sus relaciones con intelectuales vanguardistas como el poeta Joan Brossa, vinculado a la revista Dau al Set, fructificaron en una experiencia cinematográfica que orientó inicialmente hacia la producción: Los golfos (1960), de Carlos Saura, y El cochecito (1960), de Marco Ferreri, fueron dos grandes éxitos de una primera etapa, que coronó con el triunfo de Viridiana (1961), de Luis Buñuel, en el Festival de Cannes y el cierre de la productora por los tropiezos con la censura franquista. En los años siguientes su actividad se vinculó, en calidad de director ya, a la llamada «escuela de Barcelona», que bajo la fascinación de la nouvelle vague francesa arrojó a un puñado de cineastas catalanes que se iniciaban en el oficio (Vicente Aranda, Joaquim Jordà...) por la vía de la experimentación y que, en su caso, dio lugar a dos películas que, como las de sus compañeros, fueron rechazadas por el público: No contéis con los dedos (1967) y Nocturno 29 (1968), ambas con guiones de Brossa y música de Carles Santos. En los años siguientes, su vinculación a los movimientos antifranquistas como compañero de viaje del comunista Partit Socialista Unificat de Catalunya (PSUC) lo llevó a participar en órganos de la lucha democrática como la Assemblea de Catalunya y en algunas de sus acciones, como la «caputxinada»: en 1977 fue miembro de la comisión permanente del I Congrés de Cultura Catalana, acompañó al presidente de la Generalitat, Josep Tarradellas, en su regreso del exilio a Barcelona y salió elegido senador por la coalición Entesa del Catalans. De forma paralela, acumuló una serie de largometrajes, como Vampir-Cuadecuc (1970) y L’umbracle (1971), y los documentales Cantants 72 (1972), Acció Santos (1973), Advocats laboralistes (1973), El sopar (1974), Informe general... (1977). Como candidato independiente en las listas del PSUC salió elegido diputado autonómico (1980) y senador (1982). Tardó 13 años en hacer su siguiente película, Pont de Varsòvia (1990), que conecta con su trayectoria experimental de la década de 1960. Después de que la importancia de su obra fuera realzada en 2001 por una exposición del Museu d’Art Contemporani de Barcelona, algunas de sus películas fueron seleccionadas para la Documenta de Kassel de 2002.
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Lluís Cànovas Martí, «Pere Portabella»Escrit per a l'enciclopèdia Larousse 2000 (Actualización 2003), Spes Editorial, Barcelona, 2003